Verano: el momento ideal para la dieta mediterránea

La afamada y mundialmente conocida dieta mediterránea por ser deliciosa además de increíblemente saludable, es considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La clave de esta dieta son las proporciones, siendo los cereales o las verduras la base de los platos, y las carnes y pescados el acompañamiento. Además, destaca el uso de grasas saludables. Todo esto hace que sea una dieta ideal para tener una salud de hierro. Gran parte de estos excelentes productos que componen la dieta mediterránea se producen en la Región de Murcia y son distribuidos por toda la geografía nacional y mundial.

La dieta mediterránea, más que una dieta en sí, es un estilo de vida. El verano es una etapa ideal para comenzar esta dieta, por la cantidad de frutas y verduras que hay en esta época y porque estos alimentos poseen mucha agua, imprescindible en verano. Además, es muy fácil seguirla y ¡está deliciosa!

Grasa sí, pero no cualquiera

Siempre son recomendables las grasas de origen vegetal. La fuente de grasa de adición estrella es el aceite de oliva, que aporta vitamina E, beta-carotenos y grasas saludables, lo que hace que proteja el sistema cardiovascular. Sustituir la mantequilla por el aceite de oliva es muy recomendable, ya que este es mucho más saludable.

¿Carbohidratos? Por supuesto

Como hemos dicho antes, los cereales y alimentos hechos a base de cereales, como la pasta o el pan, son muy importantes y se deben consumir diariamente, pues poseen un alto contenido en carbohidratos, que nos aportan la energía necesaria para afrontar el día.

Nos gusta lo “veggie”

Los alimentos de origen vegetal, como las frutas, verduras, hortalizas, frutos secos y legumbres presentan un alto contenido vitamínico, contienen fibra y previenen numerosas enfermedades y problemas, como el cáncer, los problemas cardiovasculares o el estreñimiento.

Fresco y de temporada

En la dieta mediterránea destaca el consumo de alimentos frescos y de temporada. Se prefieren siempre alimentos no procesados frente a los que sí han sufrido transformaciones y tratamientos, sobre todo si son de temporada. El verano es una estación ideal para comprar frutas de temporada, ya que en esta época hay una gran cantidad de frutas deliciosas y saludables, como la sandía o el melón.

No te olvides de la leche

También debe abundar en productos lácteos, que se deben consumir cada día y que aportan proteínas de muy alta calidad, vitaminas y minerales. En este sentido, las opciones fermentadas, como el yogur o el kéfir, son especialmente interesantes, ya que sus microorganismos vivos contribuyen al cuidado de la flora.

Disminuir los dulces

La fruta es una buena alternativa a los dulces y bollería, ya que también es dulce y beneficiosa para la salud. Por tanto, puede ser una buena opción para el postre o como snack.

De origen animal

En cuanto a los productos de origen animal, se recomienda el consumo de pescado azul, ya que posee grasas con grandes propiedades que también contribuyen a la prevención de enfermedades cardiovasculares.

Por su parte, los huevos también tienen un valor proteico, vitamínico y graso muy interesante, por lo que deben consumirse unas tres o cuatro veces por semana.

En cuanto a la carne, se prefieren las carnes magras, como acompañantes de platos de verduras o cereales.

Mantente hidratado

La bebida estrella de la dieta mediterránea es el agua, de la que se deben consumir en torno a 2 litros diarios.

El vino también es típico en la dieta mediterránea, aunque su consumo debe de ser muy reducido y solo durante las comidas.

Haz ejercicio

Por último, el ejercicio físico también forma parte de la dieta mediterránea y es tan importante como la alimentación para conseguir un estilo de vida saludable. Se debe hacer deporte moderado diariamente, por lo que treinta minutos cada día sería suficiente.

La dieta mediterránea es muy saludable y el verano es una buena época para comenzarla, ya que disponemos de más tiempo para asentar nuevos hábitos ¡Anímate a seguir estos consejos y empieza el cambio!