29 noviembre, 2022
Mi hijo no come verduras, ¿qué hago?
Muchos niños se muestran reacios a consumir frutas y verduras. Sin embargo, es fundamental incluir estos alimentos en su dieta diaria para un correcto desarrollo. Además, si comienzan a comerlos desde pequeños se acostumbrarán a su sabor y no tendrán problemas cuando sean más mayores, momento en el que será aún más difícil tomar el hábito.
Sigue leyendo para entender mejor por qué tu hijo no come verduras y algunos consejos para conseguir incorporarlas en su alimentación.
¿Por qué a los niños no les gusta la verdura?
El rechazo a las verduras es un patrón bastante repetido entre los niños pero, ¿hay una explicación? Sí, la hay: el sabor a calcio.
Muchas verduras presentan un alto contenido de calcio. Con el tiempo, vamos perdiendo sensibilidad en las papilas gustativas y no percibimos este sabor. Sin embargo, los niños sí son capaces de distinguir este toque amargo que les resulta desagradable, motivo por el que las rechazan.
De hecho, las verduras con más aporte de calcio son las más amargas. Ejemplo de ello son las coles de bruselas y las acelgas, alimentos en los que los adultos también apreciamos ese amargor.
Consecuencias de no consumir frutas y verduras
No comer frutas ni verduras en la infancia aumenta el riesgo de padecer ciertas enfermedades en la adolescencia y en la edad adulta. Así, es más probable que aparezcan problemas de obesidad o colesterol alto y un sistema inmune más débil.
Lo ideal es incluir estos alimentos en los primeros años de vida ya que, de esta manera, el pequeño se acostumbrará a su sabor, los tomará de manera voluntaria y natural cuando crezca y forjará un estilo de vida saludable. En caso contrario, será muy difícil que los coma de adulto, ya que sentirá rechazo hacia esos nuevos sabores y texturas.
Consejos que harán que tu hijo ame las frutas y verduras
¿Tu hijo no come verduras? Te presentamos cinco consejos para ayudarte a conseguirlo:
Rompe la relación verdura/castigo
Muchas veces, recurrimos al castigo o a la amenaza para conseguir que los niños coman verduras. Ejemplo de ello son frases como:
- “Hasta que no te lo comas, no te levantas de la mesa”.
- “Si no te comes la verdura, no sales a jugar”.
Lo ideal es incluir el refuerzo positivo y en lugar de castigar por no comer verduras, premiarlos por hacerlo:
- “Cómete las verduras y después vamos al parque”
- “¡Qué bien lo has hecho, estoy muy orgulloso!”
Hazlo partícipe del proceso
Otra manera de conseguir que tu hijo se familiarice con las verduras y empiece a comerlas es incluyéndolas en su rutina diaria (no solo en la dieta). Ve a comprar verduras con tu peque y cocínalas con su ayuda.
De esta manera, además de pasarlo bien, las conocerá mucho mejor y sentirá un menor rechazo.
Preséntalas de una manera original
Muchas veces, los niños se guían por la apariencia de la comida para decidir si comerla o no. Corta las verduras de manera original y sorprende a tus hijos con una presentación irresistible.
No hace falta que inviertas horas preparando un diseño espectacular. Una opción rápida y práctica es utilizar cortadores con formas.
Sé su ejemplo a seguir
Si el niño no ve que en casa se comen verduras, difícilmente lo hará. Una de las maneras básicas de aprendizaje es la imitación, sé su ejemplo a seguir.
Si tu hijo ve que como comes verdura a diario y disfrutas de ella, repetirá la conducta.
Camufla su sabor
Los pequeños se irán acostumbrando poco a poco a las verduras. Para hacerles más fácil esa adaptación puedes “camuflar” su sabor, por ejemplo, en cremas, rebozados, incluyéndolas en salsas, etc.
Estos cinco consejos te serán de gran ayuda para conseguir que tu hijo empiece a comer verduras. Ten en cuenta que este proceso es progresivo y que puede que no coma todas los tipos, ¡no tiene por qué gustarle todo! La clave está en que aprenda a comer y disfrutar de la mayor cantidad posible de ellas pero sin forzarle.
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