La hidratación y su importancia

Asegúrate de beber suficiente agua

Todos hemos oído alguna vez la frase de ‘’bebe mucha agua’’ -de nuestros padres, profesores, entrenador deportivo, médico-, especialmente durante el tiempo más cálido. Y si usted mismo es padre, es posible que se escuche a sí mismo recordando a su hijo que debe beber más a menudo. La hidratación es uno de los puntos esenciales para una vida sana.

Pero, ¿por qué es tan importante mantenerse hidratado?

Si tenemos en cuenta que el cuerpo humano se compone de aproximadamente un 60% de agua, nos da una idea de lo importante que es mantener nuestros niveles de líquidos. Más sorprendente aún es que determinadas partes del cuerpo contienen porcentajes de agua aún mayores. Por ejemplo, algunos de nuestros órganos más vitales -el cerebro, el corazón, los pulmones y los riñones- están formados por aproximadamente un 80% de agua. Así que, para que funcione con eficacia, necesitamos tener completado los procesos correctos de hidratación.

Los líquidos también son esenciales

Proteger la médula espinal (la vía de señalización del cerebro) eliminar los residuos a través del sudor y la orina mantener una digestión saludable regular la temperatura corporal mantener la flexibilidad de los músculos y las articulaciones. Si nuestros niveles de líquido descienden sólo ligeramente, podemos empezar a sentir los efectos de la deshidratación.
Los dolores de cabeza, la fatiga, los mareos y la falta de concentración son algunos de los signos de que el cuerpo necesita más agua.

Pero cuando sentimos los síntomas de la sed - boca seca, dolor de garganta, niebla cerebral - nuestro cuerpo ya está deshidratado. Por lo tanto, la mejor manera de mantenerse hidratado es beber poco y a menudo a lo largo del día, aunque no sientas sed inmediatamente. Una forma visual de ver si estás ingiriendo suficiente líquido en tu dieta es comprobar el color de tu orina; lo ideal es que sea de un color pajizo pálido o transparente. Si es más oscura, de color ámbar, es señal de que necesitas beber más.

La cantidad de líquido necesaria varía de una persona a otra, dependiendo de la edad, el sexo, el clima y el nivel de actividad.

Curiosamente, los estudios sugieren que los niños que desarrollan hábitos de consumo saludables y se hidratan antes de las tareas de aprendizaje muestran un mejor rendimiento cognitivo, especialmente durante las tareas de memoria y las actividades de atención visual.

Buenos hábitos de hidratación

Cuando los niños se preparan para volver al colegio, es fundamental inculcarles hábitos de consumo positivos en el entorno escolar desde el primer día. Esto no sólo se aplica a la cantidad de bebida de los niños, sino a lo que beben.

Es importante limitar o incluso suprimir las bebidas con azúcares añadidos, como el squash, las bebidas gaseosas (excepto el agua con gas), las bebidas energéticas y las leches aromatizadas, ya que pueden contribuir en gran medida a la obesidad y a los problemas dentales. Las bebidas deportivas, las energéticas y el té o el café no son recomendables para los niños, ya que pueden contener cafeína y otros estimulantes que pueden interferir en los niveles de energía y en el comportamiento de aprendizaje.

¿Qué puede hacer para que su hijo beba suficiente agua a lo largo del día?

Asegúrese de que su hijo lleva una botella de agua en su mochila, lista para salir por la mañana. Las botellas transparentes son las mejores, ya que los niños pueden ver la cantidad que beben a lo largo del día.

¿No te gusta el agua sola? Prueba a añadir unas rodajas de fruta jugosa a la botella y guárdala en la nevera durante la noche. Esto infundirá al agua sabores naturales de fruta, sin añadir el contenido de azúcar de la calabaza o el zumo puro. Los cítricos como el limón, la lima o la naranja son refrescantes, mientras que las fresas añaden un poco más de dulzura.

Cuando hace calor, las bebidas heladas pueden ser una forma divertida y atractiva de animar a los pequeños a hidratarse. Mete una botella de agua en el congelador durante la noche (con rodajas de fruta para que sea más atractiva), y mientras la bebida se derrite a lo largo del día, los niños pueden acceder a los líquidos mientras se mantienen frescos.

Durante toda la jornada escolar debe haber agua potable, ya sea del grifo, de una jarra o de una fuente de agua. Asegúrese de que su hijo sabe dónde y cuándo puede acceder a esta fuente de agua. Los descansos y la hora de la comida ofrecen la oportunidad perfecta para rehidratarse antes de las siguientes actividades de la jornada escolar.

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