20 abril, 2021

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¿Cómo afecta nuestra alimentación a nuestro estado de ánimo?

Cuando te sientes de cierta manera, se suele buscar alimentos que normalmente no comerías. Si estás triste, o te sientes solo, ¿te tragas ese trozo de chocolate? O tal vez las patatas fritas aceitosas parecen estar cantando tu nombre. Es hora de ver como afecta la alimentación en nuestro estado de ánimo.

La alimentación emocional es tan común como en abril aguas mil. A veces parece que alimentamos nuestros sentimientos más que nuestro cuerpo. Muchos comportamientos humanos están impulsados por emociones inconscientes. Y la comida que ingerimos es un ejemplo importante de ello.

¿Qué factores afectan a mi estado de ánimo?

Los factores psicológicos y fisiológicos afectan a lo que elegimos meter en nuestro cuerpo y dictan la relación que tenemos entre la comida y las emociones. Necesitamos combustible en forma de comida para sobrevivir, pero hay absolutamente algunos alimentos que sólo se consumen en circunstancias muy específicas.

Por ejemplo, el café: ¿cuántas personas no pueden funcionar si no han tomado su dosis de cafeína a primera hora de la mañana? ¿Y el alcohol? ¿Necesita el alcohol para relajarse y sentirse más seguro de sí mismo? Aunque no se trata estrictamente de alimentos, ya se entiende.

La relación entre la comida y el estado de ánimo ha sido establecida por cientos de estudios científicos. Muchos de ellos demuestran que la ansiedad o la depresión, el letargo, la irritabilidad y los antojos pueden ser, y son, consecuencia de una dieta pobre o desequilibrada.

Nuestra relación con la comida es complicada en el mejor de los casos, pero es clave para entender tanto nuestras emociones como nuestros estados mentales. Resulta bastante esclarecedor observar los hábitos y deseos alimentarios o ser más consciente y detenerse antes de comer algo; cuestionarse: ¿por qué quiero esto? ¿Qué me aportará? ¿Qué necesidad siento que va a satisfacer para mí?

Un estudio muestra el importante papel de las emociones en el consumo de alimentos. Los resultados mostraron que los participantes se sentían satisfechos después de comer un alimento rico en grasas y energía, mientras que con una comida baja en carbohidratos, los participantes se sentían insatisfechos.

Datos que afirmas que la alimentación afecta al estado de ánimo

Los estudios científicos han demostrado la relación entre el deseo de un alimento específico y la necesidad de ciertos micronutrientes. Estos micronutrientes son utilizados por el cuerpo para regular nuestras emociones, estado de ánimo o condiciones físicas. Uno de los alimentos más populares que la gente desea es el chocolate. El chocolate contiene la sustancia química llamada feniletilamina (PEA), que es la misma que crea nuestro cerebro cuando sentimos la emoción del amor romántico.

¿Como afecta nuestra alimentación a nuestro estado de animo?

Si comparamos el cuerpo humano con un coche, la comida es como el petróleo que se quema para producir energía. Sin gasolina, el coche no se mueve. Del mismo modo, sin alimentos, el cuerpo humano carece de la energía necesaria para funcionar correctamente. De hecho, hay varios estudios que han demostrado que el hambre puede hacer que alguien se enfade.

Si preguntas a muchas personas la razón por la que comen, su respuesta será probablemente "para vivir", pero en realidad, va más allá de eso. ¿Ha notado que se emociona cuando le sirven su plato favorito? La mera visión de ciertos alimentos puede hacer que se liberen en el cerebro sustancias químicas que nos hacen sentir bien, como la serotonina.

Aunque hay estudios científicos que sugieren que existe una relación entre la comida y el estado de ánimo, especialmente la felicidad, los detalles sobre cómo se consigue siguen sin estar claros, en parte porque algunos de los informes han sido contradictorios. Por ejemplo, existe un conflicto de investigación sobre cuál es el alimento más saludable. Algunos estudios hablan de la comida mediterránea, mientras que otros están a favor de la dieta paleo, que se basa en consumir frutas, vegetales, nueces y semillas, pescados y mariscos, carnes magras y grasas saludables.

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